Únicamente de la variedad Merseguera y de viñas viejas de 60 años se elabora Flor de Ahillas Blanco.
Las parcelas con las que se elabora este fantástico vino, han estado abandonadas durante 3 años. La familia Martínez Palmero apostando por ellas invirtió otros 3 años más en recuperarlas y llevarlas a su producción actual. Estas viñas proporcionan unos racimos pequeños y sueltos, que junto con unas producciones por cepa inferiores a 2 kg  permite elaborar artesanalmente este magnífico vino blanco.

Nota de cata:
Visualmente es un vino limpio y brillante, con tono amarillo pajizo que destaca con una lágrima muy lenta y que nos hace intuir la untuosidad que tendrá en la boca.
En la fase olfativa, sorprende por su complejidad aromática que nos podía hacer dudar que se tratase de una variedad tan neutra como la Merseguera. Sus aromas tropicales y flores blancas, como el azahar, nos invaden incluso a copa parada.
Una vez lo degustamos notamos la untuosidad en boca, su acidez y persistencia que nos hace rápidamente volver a degustarlo.